31 de marzo de 2013

Velas




En estos días de Semana Santa, de procesiones, de Iglesia, de noche... hay un elemento que no puede faltar: las velas, el fuego al alcance de la mano... Lo que antaño, no hace tanto, era la forma de alumbrarse por las noches, ahora queda restringida a estos días, con ese aire fantasmagórico que tiene el desfile de velas por el camino siguiendo la procesión...









Velas en la Iglesia. Semana Santa 2011.

Bendición del fuego y del agua, Sábado Santo 2011.

Jose y Antonio pasándose el fuego bendecido.
María la Paloma, vecina de mi niñez,
ya fallecida, con las velas
en Domingo de Resurrección de 1995.
Velas, velones y cirios en la sacristía de la Ermita de San Mamés.
Vela de la Ermita de San Mamés. Estas velas las hacían a mano las vecinas del pueblo.
 

29 de marzo de 2013

Tejados de ripia

Vieja casa en la calle de la Iglesia.
Era de la Ti Ana María y ahora
es de Antonia, la de Justi.

Los tejados de ripia eran los que se usaban para techar las casas del pueblo, los que aún podemos ver en las construcciones más antiguas, las viejas casas de barro que aún se mantienen en Ayoó.


La ripia eran las ramas de jaras o urces con que se tapaba el tejado antes de cubrirlo con las tejas. Como yo de construcción y de cómo se hacían las cosas no tengo mucha idea, cito a Joaquín que en su blog, aquí,  explicaba estupendamente cómo se construían los tejados:


Sobre la estructura de madera de las cerchas o burros y correas o tercias se colocaban las latas, (que nada tienen que ver con las conservas), que son delgadas ramas, generalmente de pino, colocadas siguiendo la inclinación del tejado desde el cumbrero, o tercia que divide las aguas del tejado, al alero, donde éste voladizo evita que el agua se vierta encima de la pared. (...)

Casa del Ti Saturnino, en el Caño, junto a nuestro huerto.
Encima de las latas extendían una capa de varios centímetros de ramas de jara, o más raramente urz, llamada ripia, y ya sobre ésta, asentadas con barro, las tejas. (…)

Tejado de un corral de Peñacabras.


Otra imagen de la casa de Antonia
en la calle de la Iglesia
Estos últimos, los tejados, sobre todo los de más de 100 años, se mantienen indemnes si se ha tenido la precaución de recorrerlos, que así se llama la acción de limpiarlos y quitarle las goteras, cada media docena de años. Con asombro se suele descubrir al escombrarlos que las puntas o los clavos para unir las maderas que conforman su estructura son pocos o nulos. La mayor parte son ingeniosas uniones de madera con madera, y en el resto retorcidos encaños de pajas de centeno sin semilla, enriados para permitir flexibilidad, manteniendo sus cualidades en el tiempo. (...)






También en la página web de Uña de Quintana se explica cómo se hacían estos tejados:

Restos del tejado en la casa del Ti Saturnino.
El tejado se hacia de madera cubierta de tejas colocadas sobre la ripia, cobertura de jaras o de urces, lo que constituía el único y muy débil aislamiento.
De una a otra pared se colocaban las vigas de aire, sobre las cuales se clavaban los caballetes en forma de triángulo, que daban al tejado la inclinación deseada. De uno a otro de los caballetes se colocaban las Tercias (palos de madera de unos 10 cm de espesor) y encima de éstos, la ripia. El tejado se terminaba con las tejas
( Retejar) y cuando la obra estaba terminada, había costumbre de colocar el Ramo, un ramo de flores salvajes, símbolo del objetivo alcanzado.



El tejado de ripia se dejaba al aire por la parte de dentro de la casa, lo que era bastante poco limpio. Como recordaba Alberto Alonso de su niñez: “dormíamos en el cuarto del trigo pero cera tejado de ripia escarbaban los pájaros y nos caía el barro en la cara”.

Techumbre de uno de los molinos que quedan en Congosta.


Así, la modernidad llegó cuando se cubrieron los techos con la tabla de chilla, que es la que se ponía en el enlucido. Mi padre recuerda que mis abuelos fueron de los primeros en poner la habitación enlucida, con la tabla de chilla “agargollada, con rebajes, para hacer más bonito.



En las vigas que sujetaba este techo, al menos en la casa de mis abuelos, había puntas de las que se colgaban racimos de uva que se iban desecando, pasando y que se podían comer durante bastante tiempo.


27 de marzo de 2013

Y otro poquito más de las peñas...

Otra ración de fotografías tomadas entre los corrales y peñas de la parte de arriba de Ayoó...

 
 
 
¿Una antigua piedra de majar lino?

 
 
 
 
 
 
 
 
Piedras que forman lo que parece el cerco de una antigua poza...
 
   
 

25 de marzo de 2013

Más de Peñacabras

Lo bueno de subir a Peñacabras es que siempre encuentras algo interesante que mirar (y fotografiar). Estas son algunas de las imágenes recogidas en los alrededores del corral del anterior artículo...

 
 
 
 
 
 

19 de marzo de 2013

En un corral de Peñacabras...

Remedando a los Mecano, este artículo comienza con un "allí me cole y en tu corral me planté..." porque realmente entré en este lugar sin ser invitada. No sé de quién es, estaba un día paseando por Peñacabras, haciendo fotos y vi la puerta abierta y... ¡lo siento, no lo pude evitar, entre a cotillear! No toqué nada, solo hice fotos de algunas cosas que allí estaban, espero que su dueño/a no se me enfade.

Encontré un trillo...¡cuánto tiempo sin ver ni tocar uno!






Un viejo orinal...



Un carro...






Una limpiadora...
Una segadora...

Un pejo...



Y unas viejas puertas de madera...





¿Cómo iba a poder aguantar las ganas de entrar a echar un vistazo? Era un pequeño museo improvisado, trastos para algunos, un tesoro para otros. La puerta, por cierto, ahora ya está cerrada, ya no me puedo colar... salvo que me invite el amo ;)

16 de marzo de 2013

Los tejidos del lino

Flor del lino. Foro plantas.facilisimo.com

Hace un tiempo dedicamos en el blog varios artículos a hablar de la industria del lino que tan importante fue para Ayoó hasta mediados del siglo pasado. En aquellos post hablamos del cultivo, de la recolección o las costumbres alrededor de su trabajo en los hiladeros.

Pero hace poco mi padre me hizo notar que me faltaba una parte importante, se nos había olvidado hablar con más detalle de la elaboración de los paños de lino. Y esto es lo que viene a continuación, tal y como él me lo contó

Mata de lino en el Museo de Castrocalbón
Cuando el lino estaba hilado había que hacer madejas con él y meterlo en calderos grandes de cobre, como este de la web de Malva.


El procedimiento era bastante curioso: se le echaba ceniza, mejor si era la de las vides de las viñas, y se cocía durante una hora en la lumbre, para que blanqueara. Después se metía el lino en una talega de mimbre de las que tanto servicio hacían en el pueblo, como la recogida en la web del Valle de Valverde.



Se cavaba un hoyo en la cuadra, donde las vacas, en el estiércol y se ponía allí para que estuviera calentito. En este curioso lugar se tenía otras 24 horas y de allí se llevaba al pilo, se lavaba y se ponía en el prao al sol, mojándolo de vez en cuando. Todo este proceso de blanqueamiento de las fibras de lino se hacía sobre está época en la que estamos, entre marzo y abril.
Una vez blanqueado el lino, se llevaba a las fábricas de Santibáñez, donde se hacía una pieza de lienzo.


Jóvenes trabajadoras del lino
en Terroso (Zamora)
Web Lenguajes culturales
Las mujeres de la casa usaban esta pieza para coser a mano las fardelas, que llegaban a tener una capacidad de hasta 120 kilos de trigo y se usaban para todo, para ir a moler, para el trigo de la trilla. “Los abuelos tenían como 20 o 25 fardelas”.
El mismo lienzo se usaba para las camas, para poner encima del colchón, lo que se llamaba “lienzo gordo”. Una tela similar, pero más fina, era la que se compraba para usar a modo de sábana.

El lino también se usaba para hacer lienzo con el que tapar el pan, para la masera y para poner encima de la mesa de la cocina a modo de mantel.


Africa y su familia haciendo pan en su casa de Galicia
Para la masera se usaba el lienzo gordo y también para cuando se hacía la hogaza. Antes de meter las piezas se quedaban en el “estrado” con un lienzo por encima. Se ponían en una mesa “de chilla”, entre dos caballetes y con un palo de madera se metían después en el horno. La tabla de “chilla” con la que se improvisaba esta mesa era la que se colocaba en el enlucido del techo.
El lienzo también se usaba para las bodas, se pedían igual que las mesas o las sillas y con ellas se cubrían las mesas de los comensales. Se les ponía un número en una esquina para luego poder devolverlos correctamente.


Además de en Santibáñez había telares en Rosinos, donde también se hacían lienzos, fardelas y alforjas.

Otra pieza que se hacía de lino eran los reposteros, la tela que encima del cuerpo del carro para que no cayera el trigo al suelo por entre las tablas cuando se iba a acarrear.

De lino también era el camarzón, que se ponía por encima de la albarda, para cubrirla.
Albarda. Web de Bonella

Había asimismo mantas de lino y de lana. Se iban a hacer a Alcubilla y Donado, donde también se compraban las colchas de ojo de perdiz, con dibujos con agujeros y que tenían en las casas con más dinero.
Y me cuenta mi padre que el cura de Santibáñez, el famoso Don Pedro, también conocido como Perico (famoso, entre otras cosas, por dejar caer la preciosa y vieja Iglesia del pueblo y sustituirla por otra fea y moderna, a la vez que desaparecían las piezas del retablo y enfilaban camino a Estados Unidos según cuentan los del pueblo...), pués bien, el cura también hacía alfombras con el lino, alfombras que vendía por su cuenta.
Museo de Castrocalbón

Buscando imágenes para ilustrar este tema, me he encontrado con un poco de todo (libro, sonidos, video, documentos...) sobre el trabajo con el lino. Aquí os dejo los enlaces por si quereis echar un vistado y ampliar este tema:

El cultivo de lino y los telares en la Sierra de Francia (Salamanca), de Antonio Cea Gutiérrez. Es un pdf de un trabajo creo que del Csic, pero no puedo copiar la dirección, así que podeis buscarlo con la indicación del título.
La fabricación del lino, reportaje del grupo Taranis sobre el trabajo del lino, con un grupo de mujeres de Insua-Villalba (Lugo). Video en Youtube


Blog Lenguajes culturales, de Juan Manuel Rodríguez Iglesias. Reportaje sobre el cultivo del lino en la zona de Sanabria. Instrumentos tradicionales para el lino (y la lana) y documentos complementarios.

El lino en León, Blog La Nuestra Tierra.