24 de agosto de 2011

La Iglesia por dentro: Apuntes a San Bartolomé

El año pasado ya le tocó el turno a San Bartolomé, nuestro entrañable y festejado San Bartolo, que tuvo su turno en el repaso a los Santos que se veneran en la Iglesia de Ayoó. Pero me faltó un detalle, el curioso atributo que presenta la figura del santo: una serpiente roja que pisa con el pie. Lo cierto es que no caí en ella porque la figura queda tan arriba en el altar, que el detalle ha sido solo perceptible para aquellos que han tenido la suerte de verla más de cerca.





La representación típica del santo es, como expliqué en el artículo citado, la que le presenta con jirones de su piel en la mano o en su martirio, siendo desollado vivo o en versión más ligth, con un cuchillo en la mano. Pero la de la serpiente, que no es otra cosa que una de las formas de representar al demonio, al mal, tiene también su explicación. Me la dieron, como tantas otras, en Pregunta Santoral, aquí y es esta:


“Según la tradición San Bartolomé predicó en Persia, donde quiso acabar con el culto al dios Astaroth. Por eso hizo destruir la imagen de esta divinidad y siempre según la leyenda, el demonio que habitaba la figura salió ululando en el momento en que esta se rompió (es muy propio de la literatura hagiográfica esta escena, ya que según ésta, los primitivos cristianos creían que las imágenes de los dioses grecorromanos eran demonios o que estaban habitadas por ellos). De ahí lo de dragón, serpiente, demonio encadenado, pisado o sometido: Bartolomé vence al Mal. (En realidad, Astaroh es uno de los diversos nombres que se da al demonio, lo que venía a decir que era un ídolo “diabólico” cosa que es muy del gusto de la literatura cristiana, pero que no tiene el menor fundamento histórico: los persas adoraban a un único dios, Ahura Mazda, y este no era representable)".






Otro detalle que no puse en su momento, fue la razón por la que Ayoó se encomienda a San Batolomé como santo principal. Yo siempre había escuchado decir que “salvó al pueblo en un incendio”, sin más detalles, pero en una memoria suficientemente cercana como para que hubiera detalles de aquel cambio. Y la narración la encontré en el blog del Ti Joaquín, que lo contaba así:


La fiesta grande en Ayoó, con misa de asistencia y procesión sacramental se celebra el 24 de agosto, festividad de San Bartolomé, San Bartolo, le decimos con cariño. Pero esto no siempre fue así. En una fecha incierta, en las ferias de septiembre de la Virgen del Campo de Rosinos, gran cantidad de Ayoínos se habían acercado al santuario a disfrutar de la romería, cuando en Ayoó unos niños iniciaron un incendio que rápidamente se propagó por todo el pueblo. Las principales causas fueron las cubiertas de los tejados, construidas con una estructura de madera y revestidas con manojos de urces, hábilmente tejidas y compactadas para impermeabilizar aquellas humildes viviendas, la proximidad de las mismas, el almacenamiento de materiales inflamables, como paja o hierba para el ganado y leña o útiles de madera para la labranza, la sequedad tras el caluroso verano, y posiblemente algo de viento, que convirtieron en poco tiempo el pueblo en una enorme hoguera difícil de apagar. En ayuda de los improvisados bomberos acudió la fe. Las puertas de la iglesia se abrieron de par en par, y las imágenes sagradas fueron sacadas a la calle entre oraciones encomendándole acabar aquel infierno, ante la desesperación e impotencia de unas gentes que ven perderse sus pocas posesiones entre el fuego. Cuentan, que ya solo quedaba San Bartolo por sacar, por estar en lo mas alto del retablo, el sitio mas inaccesible, pero que tras el complicado y delicado esfuerzo de asomarlo a la calle, se obró el milagro, y así lo entendieron aquellos exhaustos y rendidos Ayoínos cuando vieron el incendio remitir rápidamente siendo sofocado sin daños personales, quedando solo unas pocas casas ilesas. Como agradecimiento, se trasladó la fiesta sacramental a las fechas actuales, reconociendo la ayuda del santo en aquel fatídico día.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me pasa como a ti,siempre he tenido la incertidumbre de saber que tiene bajo el pie,pero no me parece una serpiente,mas parece una figura "humana" ,y como es tan roja yo lo he interpretado como el demonio. Otra cosa es lo del puñal y es que creo recordar que lo tenia antes de la restauracion. Lo que si te puedo asegurar es que la cruz que tiene ahora la tenia San Antonio en la mano,y la que tiene San Antonio la tenia de pie en el suelo ,sobre su rodilla o sobre su cuerpo.San Antonio tenia dos cruces.

IRM dijo...

Yo de cerca cerca no lo he visto (¡¡imposible si no me subo a la grúa!!) pero he hablado con quien lo tuvo bien cerca y me dijo que era una serpiente, ahora sí, no sé si tenía algo de demonio, que podría ser. Del lío de cruces, ni idea!!! pero gracias por contarlo!!!!