8 de julio de 2011

Delicatessen de perro

De todas las cosas que me contó mi padre de las comedias, me quedó pendiente una anécdota relacionada, la de la cecina de perro... aquí va:



“Fui a una comedia a Pinilla y después dormí en Pobladura. Estaban veinte o treinta mozos de Felechares y Pobladura cuando llegó uno al que llamaban Felipe El perrero que decía que mataba perros y hacía cecina con ellos. Empezaron a picarse con él y terminaron diciendo que todo el mundo tenía que comer de esa cecina o tenía que pagar la botella de coñac. Y tenías que comer y masticar. Daba asco pero por no pagar, todos la comimos”.


En fin, delicatessen a lo bruto...

No hay comentarios: