31 de diciembre de 2011

Feliz 2012


¡Feliz 2012 a todos los que estais al otro lado de Avantales!
Espero que nos sigamos viendo, leyendo, recordando y sintiendo el Ayoó de ayer y de hoy.

Besos a todos :)

26 de diciembre de 2011

Don Ezequiel y el falangista

Cuando mi madre me contó su vida tuvo una mención para Don Ezequiel: “No puedo ni quiero hablar mal del cura porque durante la guerra protegió a mucha gente del pueblo. El siempre mantuvo ante los militares que en Ayoó no había ningún comunista y eso salvó muchas vidas”. Alberto me contó que se escondía tras esta afirmación de mi madre, un hecho realmente tremendo:

"Estábamos en tiempo de guerra, era noviembre, yo tenía diez años. Yo salía de la escuela, iba jugando con primo Vicente y mi hermano Ismael y Laudelino y Valentín Barrio y me avisaron que estaba esperándome Don Ezequiel para ponerle la Extramaunción a la Ti Teresa la Coja, madre de Inés, la mujer de Bernardo, que vivía en la parte de abajo del pueblo.

"Yo llevaba la sobrepelliz, una bolsa que contenía los oleos y el crucifijo y la campanilla, que se iba tocando por la calle hasta la casa de la maribunda. Salíamos y justo pasaba un coche por la calle, que estaba de tierra y barro. Paró el coche y salió uno con la camisa de la Falange, con las mangas remangadas.

Foto: Todocolección.net

El del coche le paró y le dijo una serie de nombres:
  • Eusebio Tostón (padre de Fidel, el de Antonina)
  • Jesús Gutiérrez (padre de Ceferina, la de Restituto)
  • Gaspar  Martínez (abuelo de Gaspar, padre de su madre, hermano de la Ti Severiana)
  • Virgilio Gutiérrez (el padre de Emilia, marido de la Ti Severiana, antes mencionada)
  • Gabriel Gutiérrez (el marido de tía Agustina)
  • Aurelio Gutiérrez (el marido de tía Kika -eran dos hermanas casadas con dos hermanos-)
  • José Gutiérrez (el padre de Andrés Conejo. Los cuatro últimos eran todos hermanos)
"Leyó la lista y yo me agarré de la pierna de Don Ezequiel, que no era muy alto. El empezó a temblar de los nervios que tenía. Iba vestido con la capa de estameña y llevando un colegial.

¿Por qué quieren llevarse a esta gente? -Preguntó el cura.
Por que son rojos -le contestó el de la Falange.


Y don Ezequiel le dijo, aquí el único rojo soy yo y si usted se atreve, aquí estoy, métame a mi en el coche. Aquí no hay ningún rojo.


El falangista se detuvo y le dijo, mire, si no me firma, voy por ellos (para sacarlos del pueblo tenían que llevar permiso del cura). El cura le echó mano al brazo y le dijo: Estoy perdiendo la paciencia, marche en el nombre de Dios.


"Don Ezequiel iba rezando. Por donde Alejandro tiene la casa hoy había una fragua, del abuelo de Isaías. Como había toyo, barro, íbamos por la orilla y teníamos que cruzar y venía uno corriendo. Yo vi que estaba remangado. Era el hermano de un destacado vecino del pueblo, vestido de falangista y corriendo para que no lo vieran. Estaba en el coche con el otro de la Falange, el que había hablado con el cura. Don Ezequiel le conoció y dijo, Ah, bandido, eras tú. Pués si haces bien que Dios te lo premie y si no, que te lo demande.

"Llegamos, por fin, a la casa de la moribunda, donde se ponían sábanas de lienzo gordo y le dimos la Extremaunción.


"A los dos meses murió de pleura el falangista del pueblo, el que iba corriendo, escondiéndose. Y así me dijo Don Ezequiel: Mira, hijo, por hacer el mal que pronto murió, como hay un Dios todopoderoso y atendió mi petición.



Nota: cuando Alberto me contó esta terrible historia me dijo que mejor no pusiera los nombres de las personas a las que venían a buscar, por si no les gustaba a las familias. He desobedecido porque creo que esas personas fueron injustamente persequidas y salvadas in extremis por la intervención de Don Ezequiel. Considero que no tienen nada de lo que avergonzarse, ellos tenían unas ideas y eran tiempos convulsos y difíciles donde pensar diferente se castigaba con la muerte. Pienso que poner sus nombres es hacerles un homenaje y una muestra de respeto, porque imagino el miedo que tuvieron que pasar imaginando que un día sí y otro también, vendrían definitivamente para llevárselos a saber dónde.

24 de diciembre de 2011

Feliz Navidad



¡Feliz Navidad!
Qué paséis todos una estupenda Nochebuena :)

20 de diciembre de 2011

Don Ezequiel



Los párrocos en Ayoó siempre han tenido una gran influencia en la vida del pueblo, no en vano, hasta hace no tantos años, la religión marcaba la vida social, las costumbres, las relaciones y el cura era un ser todopoderoso con mando sobre la vida de todos los habitantes. Los sacerdotes de los que aún se mantiene memoria viva son Don Ezequiel, Don Eleuterio, Don Aquilino, Don José Manuel, Don Víctor, que recientemente marchó a ocupar un cargo en el Obispado de Astorga y que ha sido sustituido por D. Miguel, el cura que oficia también en Santibáñez.


Uno de los más recordados, para bien y para mal, es Don Ezequiel. Ezequiel Ferreras Uña fue párroco de Ayoó en la década de los años 30, 40 Y 50. Su madre, doña Ana, era de Ayoó (“una muy buena mujer” me cuenta Alberto Alonso) y su padre era de Brime de Sog y había muerto mucho antes de que viniera aquí. En Ayoó vivió con su madre, hasta que murió y con Manuela, su sobrina, que era la que se encargaba de cuidarle a él y la casa.


Tumba de Don Ezequiel en el cementerio de Ayoó.

Propiedad de Manuela Carbajo.
Aquí yace Manuela Carbajo Ferrero.
19 de Junio de 1908 - 11 de Septiembre de 1988

El Reverendo Señor D. Ezequiel Ferreras Uña
Párroco que fue de este pueblo
Falleció el 12 de Noviembre de 1959
a los 81 años
Y su madre
Dª Juana Uña Ferrero
Falleció el 22 de Enero de 1935
a los 93 años

A Don Ezequiel se le recuerda por su mano dura, aunque también se le reconocen sus méritos y buenas obras, quizás la más importante, haber evitado que ningún simpatizante de izquierda fuera “paseado” en Ayoó. Así me lo contó mi madre, me lo contó mi padre y me lo contó, con una tremenda anécdota que escribiré más adelante, Alberto Alonso, que fue monaguillo con él durante muchos años. Como dice Alberto, “Don Ezequiel fue muy bueno para el pueblo, pero quería que todo el mundo fuera a misa y que hicieran lo que él dijera, era ordeno y mando”.


Mi padre me dice que “don Ezequiel solo se preocupaba de que supiéramos el catecismo. Te hacía ir a confesar en Cuaresma, y a comulgar, que iban los curas de San Pedro, de Santibáñez, de Fuentencalada. Hacía misa y pasaba lista el sacristán”.


Y si uno no había ido a esa misa o no había dado el cuartal al cura, tenía sus consecuencias: “Si no estabas en la lista del sacristán no te dejaba ser padrino en un bautizo”, cuenta mi padre, mientras Alberto ponía otro ejemplo: “Cuando hacía los proclamos, el aviso cuando uno se iba a casar, si uno no se había confesado o no le había dado el cuartal, se lo pedía, "tú no me has dado el cuartal, me tienes que dar cuatro pesetas y no dos, no pasaba una". Y cuenta está anécdota que lo ejemplifica: “El ti Jesús iba a la puerta de la misa ya que allí, una vez que terminaba, el alcalde daba las noticias que fueran de interés para el pueblo. Cuando fueron a aproclamarse a ti Dionisio no le cobró, pero al ti Jesús le cobró dos pesetas porque no me has dado el cuartal y no vienes a misa. El quería que todos fueran muy catolicones y estuviera a lo que él decía”.


“Pero en el trato era buena persona, dominador sí, pero buena persona”, recuerda Alberto, que fue monaguillo de Don Ezequiel desde crío hasta que se fue al Servicio Militar, momento en el que se enmarca está anécdota que me contó: “Las 50 primeras pesetas (en papel) que vi yo me las dio él cuando me fui a la mili. Me dice mi madre, mira, que vino Manuela (sobrina del cura) a llamarte. Yo iba los domingos de monaguillo, pero a la misa diaria iban mis hermanos Felipe y Guillermo. Yo iba con miedo, ay madre, qué habré hecho. Ellos estaban ahí, en una cocina de humo. Estaba Don Ezequiel sin sotana, con un jersey que le había hecho Manuela. Me dijo mañana te vas y no me venías a ver. Qué Dios te guie por buen camino y no salgas del carril. Y toma, para que te acuerdes de mi, toma cincuenta pesetas. Se lo enseñé a mi padre y le pareció mucho y quería que se lo devolviese, pero al final me dejó quedarme con el dinero”.


Otra anécdota de Alberto refuerza su idea de que si quería, don Ezequiel podía ser compasivo y echar una mano. Vine con dos meses (ver este otro artículo sobre Alberto y se sabrá por qué fue el permiso). "El día de ir fue peor que la primera vez, con un miedo... fue el 5 de febrero de 1948. Cuando estaba allí me llamó el brigada, Carbajo y yo con el traje de paseo, que fui a casa de Pilar, la de Feliciano, que su padrey su tío tenían allí un bar, en Medina. Pués me llama el brigada, me saluda y me dice, ¿ya te han avisado?, de qué, dije yo; que te espera tu amigo el cura (Don Antonio Rodríguez) el pater. Fui y me preguntó si yo quería ser su asistente, que tenía que llevarle el pan y la leche a su casa y hacer algún otro recado más, cosa fácil. Yo siempre pienso que eso fue cosa de Don Ezequiel, que entre los siete que fuimos, ¡yo era el más borrego!"

Otros artículos donde se cita a don Ezequiel:
Nacida en el año de la guerra
Ofrendas
Las caganers
¿Quién es Dios?
Don José, el practicante

18 de diciembre de 2011

Las cosas del museo (y 2)

Delante del madero de castigo está la sección de niños. Allí hay elementos como los que se usaban en el pueblo con los más pequeños. Y es que tronas, corralitos u orinales no han sido solo inventados para el ajuar del bebé moderno.


Este es un objeto realmente ingenioso, una especie de tacataca de madera. Se metía al niño dentro y podía moverse por los palos que hacían la función de raíles, de adelante atrás.





Lo que está a la derecha es una especie de sillita para tener allí al niño, una trona, con una bandejita delante para ponerle al bebé un juguetito o un trozo de pan que le entretenga.



















Junto a los otros objetos están estos. La cunita es lo que en Ayoó se llamaba un ron, una cama pequeña con balancín.

Estos dos objetos a mi me resultaron realmente curiosos. El objeto de barrotes, redondeado, es un carretón, una especie de parquecito de antaño donde se metía a los niños para que estuvieron quietos.
El que está al lado, todo de madera, tiene el mismo fin, pero con diferente forma.






También están expuestas estas dos piezas: la de la izquierda es una sillita para bebés y la otra, una trona, con agujero y todo para sus necesidades (el niño estaba sin pañal). Delante vemos unas tabas, un juego habitual de los niños de hace unas décadas.




En estos expositores hay una colección de juguetes, entre los que destacan aperos y máquinas de labranza en miniatura.






La parte superior del Museo Etnográfico de Castilla y León está dedicada al mundo del barro, a los objetos hechos con él y a la técnica de la construcción en barro.




Preside la sección este texto:


Se construyen muros con tierra utilizando dos tablas de madera cuyos tamaños varían según la tradición local. El tamaño corriente son cuatro codos por dos. Se colocan sobre los cimientos. Se unen entre sí con piezas de madera atadas con cuerdas y bramantes. Entonces se echa tierra mezclada con cal viva dentro de este bastidor. La tierra y la cal viva se baten con instrumentos especiales... hasta que todo esté bien mezclado. Después se añade tierra una segunda y una tercera vez hasta que se rellena el espacio entre las dos tablas. Entonces la tierra y la cal viva se han combinado y se ha formado una sola superficie. Luego se colocan encima y del mismo modo otras dos tablas, y todo se hace de igual manera... y después así, pieza por pieza, hasta que se ha levantado todo el muro, que está tan firmemente unido como si fuera de una sola pieza.
Ibn Jaldun*



Una selección de objetos usados para hacer los adobes y los tapiales:






Lo dicho y como podéis ver por esta pequeña selección, el Museo Etnográfico de Castilla y León es una visita realmente interesante. Ahora, además de los fondos habituales, hay una exposición especial llamada Etnoproyecta 2011
 que tiene como base la música tradicional. Aquí y aquí, más información.





*Ibn Jaldun fue un famoso historiador, sociólogo, filósofo, economista, demógrafo y estadista bereber (amazígh) del norte de Àfrica. Nació en lo que actualmente es çTúnez, aunque era de origen andalusí. Es considerado como uno de los fundadores de la moderna historiografía, sociología, filosofía de la historia, economía, demografía, y las ciencias sociales en general. Es fundamentalmente conocido por su obra Muqaddima o Prolegómenos a su vasta Historia de los árabes, que constituye un temprano ensayo de filosofía de la historia y de sociología, disciplina esta última de la que a menudo es considerado antecesor. Wikipedia

13 de diciembre de 2011

El carro de Anselmo





Este es otro carro de Ayoó, precioso y todavía en bastante buen uso, aunque su dueño ya no pueda utilizarlo. Era de Anselmo Zapatero, fallecido en abril de 2007 y que ahora guarda en una panera su sobrino Jose Carbajo Zapatero (es decir, El Marroquí y así lo conoce todo el mundo!!), que fue quien me lo enseñó. Es un carro para caballería, creo recordar que Anselmo tenía una yegua oscura que tiraba de él. Fabricado en San Pedro de la Viña, en el taller de Vicente Casado.


El fabricante del carro: Vicente Casado, Taller de carros. San Pedro de la Viña.

La chapa del impuesto de rodaje.

Impuesto de Rodaje de Carruaje, año 1971.

Detalle de las flores pintadas de los laterales.


Detalle del borde de la costana.

La rueda y la costana.


11 de diciembre de 2011

Las cosas del museo (1)

Hace un par de veranos me fui hasta Zamora para ver la capital a mi aire, cámara en mano. Uno de los lugares que quería visitar era el Museo Etnográfico, del que había visto había alguna exposición vía internet y me había parecido interesante. El Museo está situado en un moderno edificio, con salas amplias y diáfanas y me pareció realmente bonito y digno de una visita. Tiene una parte dedicada a la alfarería y a la construcción con tierra, cómo era una casa tradicional, aperos, vestidos, adornos, educación... un poco de todo. Su página web es esta http://www.museo-etnografico.com/index.html. Estas son algunas de las cosas que vi allí:




Un precioso carro de varas, pintado de azul y profusamente decorado con escenas del campo y otros dibujos de flores o geométricos.










Cerraduras y aldabas (la de esta foto ya salió en el blog, cuando hablaba de otra que vi en Santibáñez que también tenía una decoración con lauburu).




Curiosa sección sanitaria. Saqué la foto a una botella de linimento y un recibo del Igualatorio médico. Y pastilleros, pomadas curalotodo y remedios contra el dolor de muelas.


En el apartado de vestuario había muchísimas cosas: trajes carbajalinos, vestidos de cristianar, gorritos ahuyentademonios... pero me quedé con estas sencillas prendas: unos chanclos, los zapatos con suela de madera y herradura, tan curiosos y tan usados en los años 40-50. y las faltriqueras, los pequeños bolsitos o bolsillos exentos que se llevaban debajo del delantal (avantal).



5 de diciembre de 2011

Fiestas y celebraciones del verano (y 2)

Hace unas semanas iniciaba el repaso fotográfico de las fiestas y celebraciones varias que hemos tenido este verano en Ayoó (aquí el post). Y como se me ha liado la cosa, por fin hoy termino este repaso con algunas de las fotos de las fiestas de San Bartolo. Os recuerdo que todas las que salen aquí y bastantes más, están en esta colección de Picassa, aquí.


La exposición se puso en los bajos del Ayuntamiento, con varios de los carros de Alberto (aquí están en el blog) y una pequeña selección de los arados hechos por Santi.
El previo festivo lo puso la Semana Cultural organizada por la Asociación Perafondo, que se creó con el fin de impulsar el juego de la calva en Ayoó, pero que quiere ir más allá y poner su granito de arena en con de actos culturales y sociales en Ayoó. La Semana Cultural tuvo una charla sobre Alzheimer que registró un lleno total en los bajos del Ayuntamiento, una pequeña exposición de obras de habilidosos del pueblo (aunque esta, hay que decir que quedó un poco descafeinada, la verdad, un par de mesas con alguno de los carros de Alberto y los arados de Santi... ).



El punto principal de esta Semana Cultural fue la representación de la obra "El médico a palos", de la que ya dimos cuenta en este blog, aquí.






Por cierto, que los de la Asociación combinaron organización y diversión con una comida que celebraron los socios en Requeijo. Podeis encontrar fotos de este día e información sobre la Asociación en la página de Perafondo en Facebok.









La celebración culminó, como no, con una buena partida de calva en las campas del merendero.


Las fiestas de San Bartolo tuvieron su habitual prólogo con el Día de las Peñas, con comida en Requeijo, el desfile de los peñistas a ritmo de la música y la Discoteca móvil en el Canto.

La víspera de San Bartolo la cita estuvo en Requeijo, en la ya tradicional merienda ofrecida por los Cazadores del Coto de San Bartolomé. Un menú compuesto por un trozo de hogaza con sardina asada, panceta a la brasa y choricito, acompañado de una muy buena sangría, charla, juegos y una agradable tarde que pasamos en la zona del merendero de la presa.

Hummmm, casi se huele desde aquí la meriendita que estaban preparando.


Momento de charla con Felipe Lobo, Angelines, su madre Sergia, su tía Adonina y me quedan dos nombres por poner, !!!ayuda!!!


Montaje con casi todos los que pasamos un rato estupendo jugando a la rana: Jesi, Mariangeles, Angelines, su marido, Eulogio, Elvi, Reyes, Jose Manuel, Julia, Adela, Javi y yo... e Isabel y Manuel que nos hicieron de ayudantes-secretarios. La partida la ganó Fina, que fue la más competitiva, desde luego!!!!


A la cola sin prisas, que hay para todos y para repetir!!!!


Mis padres con el bocao.



En San Bartolo, el día del Santo, las habituales imágenes en los alrededores de la Iglesia. Había muchísima gente en el pueblo y se notó, lleno total dentro y muchísima gente fuera.

Día de San Bartolo


La iglesia a tope.


Adonnina y Sergia en el baile vermuth.



A pesar de la crisis y de la falta de dinero, hay que decir que se prepararon unas estupendas fiestas. En la tarde sambartolina hubo entretenimiento para todos con hinchables, toro mecánico, tren txu txu (¡¡¡me chifla!!!) y la siempre exitosa espuma, que se retrasó un poquito y casi terminó de noche, pero que tanto disfrutan niños, jovencitos y mayores.


Los críos en el hinchable.


El tren txu txu pasando por la cruz de la Verónica, bajando de la calle Peñacabras a la calle de la Iglesia.


David cowboy.


¡¡¡Buena excusa usar a los niños para meterse los mayores!!!
(la foto es de Miguel Bayón, que tuvo la amabilidad de pasarme unas cuantas que había hecho él)






La música de las verbenas la pusieron los grupos Bóreas, la European Big Band (muy buena, cuánto bailamos!!!!) y Acero Azul. Hubo churrería, tómbola y mucha gente los tres días, a pesar de que cayó entre semana la celebración.
El día 25, sanbartolín, es el día de los disfraces, donde cada vez participan más niños y algún que otro mayor. Como se viene haciendo desde hace unos años, no se reparten premios (y así no hay mosqueos) si no que se da una bolsa de chuches a los críos y un refresco y todos tan contentos. La verdad que es un acto bonito, muy colorista y en el que todos los mayores disfrutamos viendo a nuestros enanos disfrazados de las formas más variopintas. Por pedir, que los mayores, los adolescentes, se impliquen un poco más, quiten vergüenzas y participen, como hizo este año la cuadrilla que fue de Papa Benedicto de visita.

Marta, Leire (¡qué miedo daba, irreconocible!), Ohiana, Odei, Lara y otros niños con sus mejores galas.


Como se ve, los modelos eran variados, un preso, un vikingo, un dinosaurio, un... no sé, pirata? y Oier, con Coco, disfrazado de Einstein.


Vega, la nena de Sonia, la más pequeñina de los participantes.


Brujos, chinos y público en general.


Las fotógrafas fotografiadas.




En el repaso de fiestas y celebraciones me ha faltado la foto del circo que pasó por Ayoó. Yo no estaba esos días en el pueblo, pero he visto esta curiosa foto que hizo David, con un dromedario (el de una joroba, el de dos es el camello, siempre me lío, lo he tenido que buscar en la Wikipedia, jaja!!) pastando en el Coito. También me perdí el bautizo de Shakira, la niña de Asun, la vecina más joven del pueblo y, como no, la votación Iglesia-Estado que se hizo sobre la ermita de San Mamés (y de la que ya hablé aquí).

(Foto de DGT)


Teneis otro completo repaso con más fotos, en el Blog Ayoó de Vidriales es vida, aquí.