25 de octubre de 2008

Procesión en honor de la Virgen del Campo


El día 23 de agosto acudí a la procesión en el Santuario de la Virgen del Campo, en Rosinos, el punto final de toda una serie de actos que se han venido organizando con el fin de promover la recuperación tanto del templo de Rosinos como del ambiente religioso y devoto que se vivía hace años en aquel lugar. No soy muy dada a misas y demás manifestaciones religiosas, pero reconozco que hay una parte de todo ello que me gusta, más lo que tiene que ver con las costumbres del pueblo, con la tradición... así que allí estaba yo, para ver qué se cocía y, como no, cámara en mano.

El día salió espléndido, luminoso y soleado y cuando nos acercamos al cruce, ya vimos, por los coches en el arcén, que la gente había respondido. A la espera de que comenzase el acto, eché un vistazo al edificio, precioso pero que pide a gritos un arreglo (ya se está en ello). La gente hacía tiempo charlando, comprando postales para sacar fondos para la asociación VIC, Amigos de la Virgen del Campo... los niños de primera comunión esperando su momento en la procesión... muchas mujeres luciendo los trajes típicos zamoranos... tenderetes en el exterior con bocadillos y bebidas y hasta una pulpera ofreciendo su producto. Dentro estaban todos los sacerdotes párrocos de los pueblos del Valle y el Obispo de la Diócesis, Camilo Lorenzo Iglesias.

Llegada la hora, con algo de retraso, comenzó la misa, se sacó la imagen del restaurado retablo y dio inicio la procesión que fue rodeando la zona del santuario. Los músicos y los niños que habían hecho la comunión ese año encabezaban la marcha. Tras ellos, la imagen de la Virgen en andas, los sacerdotes y el público asistente a la procesión.



Una vez llegados al templo, comienza la misa con un recuerdo de uno de los sacerdotes a lo que eran las procesiones de la Virgen del Campo años ha, un interesante texto que intento conseguir para poder reproducir aquí. Después, homilía del obispo y la misa que se alarga y se alarga y es la hora de comer, así que, discretamente y aprovechando el momento de la comunión, mi madre y yo nos vamos.

Las fotos de todo aquel día las podéis ver en el
álbum web de Ayoó.

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